martes, 5 de julio de 2011

CUANDO CONOCI A LEONEL FERNANDEZ
Hector Amarante
Eran unos dias quizas de barbarie dominicana, esa que vivio el país después de la guerra de abril de 1965, o bien, quizás eran unos días de civilización al estilo quisqueyano, bajo un régimen que se instauro a partir de 1966. Lo de barbarie podría decirse por la sangre que de vez en cuando se derramaba, y no era sangre gratuita sino muy costosa, porque procedia de cueros jóvenes de una juventud dominicana de izquierda que entonces procuraba cobrarse la mesada con los militates y los policías del régimen y hasta con ellos mismos, matándose unos con otros. Lo de civilización quizás pueda decirse debido a que ya el régimen de entonces, el de un JOAQUIN BALAGUER , empezaba a darle cariz a la política de varilla y cemento, bajo un lema ejemplar: gobierno que trabaja país que progresa.
Era una tarde academica, si cabria el termino, pues en esos tiempos, la academia era lenta, y sino era de ese modo, por lo menos las aulas universitarias no estaban tan saturadas de alumnos, y los profesores eran verdaderos sabios, cada uno en su materia; los conocimientos todavía no estaban ni siquiera empapados de chercha, de merengues, ni de bullas, mucho menos de Black Berry, de celulares, y de conocimientos improvisados, al estilo de las que se iniciarían mucho tiempo después con la sapienseria de la monstruosa biblioteca infinita que se llama INTERNET.
El grupo, recuerdo, estaba compuesto por CESAR PINA TORIBIO, por JIMMY SIERRA, por LEONEL FERNANDEZ y por quien escribe, llamado Hector Amarante. Estabamos ubicados en la parte frontal del edificio Doctor DEFILLO, dedicado a los estudiantes de Derecho, y a los de Medicina, en una Universidad Autonoma de Santo Domingo que se había bautizado a una apertura post trujillato, bajo los escudos del denominado MOVIMIENTO RENOVADOR, a imagen y semejanza de la REFORMA llevada a cabo por la Universidad de Buenos Aires, en Argentina.
No estoy seguro, pero estoy mas que satisfecho de que quien me llevo al grupo fue JIMMY SIERRA, de quien yo era una suerte de mano derecha en la Seccion de Literatura del MOVIMIENTO CULTURAL UNIVERSITARIO, MCU, sección a la que el me generosamente me llevo para ponerme al frente de ella, cuando yo apenas escribia palotes literarios y no merecia ese cargo.
LEONEL FERNANDEZ, entonces era una sonrisa Y UN CUERPO DELGADO, rostro de dulce afabilidad, oyente silencioso, sereno, oia nuestras conversaciones, y nosotros, sin sospechar entonces el porvenir, nos concentrábamos en una realidad, la misma de treinta y pico de abriles después, la que tal vez, esa que hoy en el 2011, nos hace conscientes de que aquel joven,RECIN LLEGADO DE NUEVA YORK, apacible, estudioso, iria a ser el abogado, el político, el hombre de Estado, el escritor, el académico, el economista y presidente de un partido exitoso, ese que lo ha llevado a ser tres veces PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPUBLICA.
Bajo la sombra del edificio DOCTOR DEFILLO, con su plataforma frontal de piedras redondas, bajo la bandera de la Universidad, cuatro jóvenes, tres de ellos estudiantes de la Escuela de Derecho, sentiríamos transcurrir 1969, o 1970, 1971, 1972, etc, y mi timidez que era tan provinciana no alcanzaba a comprender la timidez metropolitana y neoyorquina de ese Leonel Fernandez quien nunca sospechaba el caudal de historia y de Historia que el tenia ya y que habría de hacerla eterna, mundial. Algunos 7 u 8 veranos después nos juntaríamos bajo el techo de la Academia La Trinitaria, de la calle Francisco Villaspesa, tratando de instruir en conocimientos escolares a algunos jóvenes aspirando a ser bachilleres de la republica. Gracias a Jimmy, a la Universidad, a la vida, por haberme dado la oportunidad de conocer a un joven, tan joven, a quien su carácter, su inteligencia, su condición humana, su dedicación y su vocación lo llevarían a ser uno de los dominicanos mas notables y mas trascedentes de la historia de esta nación que es Republica Dominicana.

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